Turbia Fantasía – Las armaduras no brillan con el barro
¿Hay alguna duda sobre la influencia que tiene la serie Juego de Tronos en el mundo audiovisual? HBO apostó fuerte por llevar a la televisión la obra literaria de George R.R. Martin, ‘Canción de Hielo y Fuego’. ‘Juego de Tronos’ sólo es el nombre de la primera entrega de libros, seguido por ‘Choque de Reyes’, ‘Tormenta de Espadas’, ‘Festín de Cuervos’ y ‘Danza de Dragones’. Y aún quedan dos libros por publicar, con ‘Winds of Winter’ (Vientos de Invierno) y ‘A Dream of Spring’ (Un Sueño de Primavera) como nombres previstos. Para no perder continuidad, HBO en un notable movimiento de marketing, decidió mantener Juego de Tronos como nombre exclusivo para su serie estrella del momento.
Bajo mi opinión, el gran mérito de esta serie, además de trasladar de forma magistral el mundo de Poniente, es el de atraer al género literario fantástico a un público que ni siquiera se le pasaba por la cabeza ver o leer algo por el estilo más allá de El Señor de los Anillos o Harry Potter. Tolkien fue un gran precursor, pero George R.R. Martin y ‘Canción de Hielo y Fuego’ han llevado al género un buen número de pasos más allá, con personajes más maduros y realistas, con la frontera del bien y el mal mucho menos clara, sin angelitos y demonios absolutos, donde todos los personajes tienen sus puntos fuertes y sus debilidades, sus locuras y sus muchas miserias.
No nos engañemos, este género literario tiene una cierta tendencia a publicar muchas cosas de escasa calidad, por decirlo de una forma suave, pero afortunadamente en no muchos años hemos recibido varias series de libros, unas más conocidas que otras, que elevan a dicho género a una posición y categoría tan elevada como en otros géneros más consagrados y que muestra un camino a seguir.
Si Juego de Tronos se caracteriza por lo sucio de los intereses de sus personajes y porque el honor en muchas ocasiones palidece ante las malas artes, la que se conoce habitualmente como Saga de Geralt de Rivia, no se queda atrás. De las obras que comentamos en este artículo es con toda seguridad la menos conocida por el gran público. Su autor es Andrzej Sapkowski, quien se ha convertido en una auténtica institución en el panorama literario polaco y ha sido ganador de numerosos premios. Más allá de la literatura, en Polonia sirvió de inspiración para una película y una serie de televisión, pero lamentablemente la producción y sus consiguientes críticas no fueron muy halagüeñas. Ocurre todo lo contrario con el producto que más popularidad le ha dado a la serie, la trilogía de videojuegos llamada ‘The Witcher’, con millones de unidades vendidas y que recoge los personajes de las novelas y continúan su historia.
Esta saga tiene la particularidad de que sus dos primeras entregas, ‘El último deseo’ y ‘La espada del destino’ se tratan de novelas de relatos cortos que, valorando la obra al completo, sirven de presentación del gran protagonista, Geralt. Las cinco restantes comienzan con ‘La sangre de los elfos’ e inicia el hilo argumental y periplo de dicho personaje, que se ve rodeado por otros secundarios de lujo. Si os aventuráis a leer estas novelas será difícil que os olvidéis de grandes personajes como las hechiceras Yennefer y Triss Merigold, o el bardo y libertino Jaskier.
Pero lo que más diferencia esta serie de cualquier otra es la utilización de la mitología polaca. Geralt, como brujo y además del enorme viaje en el que se ve involucrado, hace las veces de cazarrecompensas, eliminando mónstruos y abominaciones que aterran a los poblados. Por poco que te guste la mitología, encontrarás un gran punto de interés en este apartado, sobre todo porque le da un enorme grado de distinción ante las mitologías habituales que solemos ver en películas y libros fantásticos, transmitiendo un potente sabor a Europa del Este en cada párrafo. Junto a todo esto y como en Juego de Tronos, el taberneo, los indeseables, el asesinato de reyes y el sexo son denominador común y señas de identidad para crear unas novelas fantásticas mucho más maduras a lo que estamos acostumbrados.
Después de Juego de Tronos y Geralt de Rivia en tercer lugar hablamos de la obra más joven, apoyada desde un primer momento por unas críticas inmejorables, grandes editoriales para su lanzamiento y ventas millonarias. La serie, escrita por Patrick Rothfuss, es conocida como Crónica del Asesino de Reyes (de nuevo el denominador común), y aunque de las tres se trata de la más ligera en cuanto a carga turbia y sexual, demuestra su madurez con otras armas.
Aquí el protagonista indiscutible es Kvothe, un tabernero que en otros tiempos fue un joven prodigioso siempre acompañado por su laúd, cuya adolescencia es salpicada por momentos tan satisfactorios como llenos de tragedia. Abandono, pobreza, amor, superación y genialidad son algunos de los rasgos más característicos y constantes en su historia. Todo lo que leemos es contado en retrospectiva, mientras vamos descubriendo cómo, casi sin querer, Kvothe supo pronunciar el Nombre del Viento, algo al alcance de muy pocos, por lo que se embarca en una misión de aprendizaje por dominar los elementos. Desde el inicio sabemos que Kvothe se convirtió en una leyenda viva, pero el proceso y el motivo de su posterior caída, convirtiéndolo en un hombre derrotado que reniega de aquello que lo engrandeció, se nos va descubriendo poco a poco.
Por ahora hay dos libros publicados, ‘El Nombre del Viento’ y ‘El temor de un hombre sabio’, a falta de un tercero cuyo nombre provisional es ‘Las puertas de piedra’. También se publicó en 2014 una novela corta, ‘La música del silencio’, donde la protagonista es una de las secundarias más queridas de los libros principales. Siguiendo la estela de HBO y Juego de Tronos, New Regency ha comprado los derechos para la creación de una serie televisiva de la que se espera un proyecto de inmensa magnitud.
Nos gustaría profundizar más en cada una de ellas, pero lo dejaremos para futuros artículos. Por lo pronto queríamos dar a conocer estas grandes obras que, en ciertos sectores, aún son también grandes desconocidas. Valar Morghulis.
Raúl Montes