Palma de Mallorca
Me he venido a Palma de Mallorca, porque necesitaba unos días de vacaciones, de mis vacaciones. Acudo al Hostal Coronas, un caserón modernista y desayuno en su precioso patio. Así merece la pena empezar el día.
Me he dado cuenta, que sí he ido de tiendas en varias ocasiones, pero mi pelo necesita un arreglo, ya no puedo seguir igualándome el flequillo yo solo. La de veces que me lo habrá hecho mi madre y yo sin saber. Así que me paso por Los Oficios Terrestres, que además es una librería. Es un sitio más que interesante, porque lo mismo te puedes comprar un ensayo de filosofía y mientras lo lees, te cortan el pelo. Además hacen club de lectura y talleres de literatura.


Paseo por Santa Catalina y encuentro una tienda de muebles vintage que se llama Frida Watson. La tienda es genial porque tienen mobiliario original de los 50, 60, y 70 de diferentes países. Parece sacado de una película, y aha! me confirman que ofrecen alquiler de atrezzo de algunas piezas y muebles para fotografías y rodajes. Al final de esa calle se encuentra el Mercado de Santa Catalina. A estas alturas de mi viaje por España, puedo decir que el ir a un mercado casi es un acto cultural o social porque parece que está de moda. Es como la Feria de Ganado del Condado. Pero este mercado destaca del resto, porque dispone de un bar en su interior, donde tu llevas lo que has comprado y te lo cocinan en el momento. Imaginaros la de variedad de pescados y mariscos frescos…


Bajo dando un paseo y disfrutando del clima hasta que encuentro el Café Sa Llotja, es un edificio de aires góticos con una terraza en la Plaza de la Llotja, rodeada de varios edificios con aires góticos. Lo mejor sin ninguna duda eran las vistas, ideal para disfrutarla con un helado artesano o crepe, pero si eres de los que le encanta el café, aquí tienen muchos. Me encanta esta zona, porque parece que estoy en Juego de Tronos, y es que en esta zona las calles son estrechas y tienen un encanto especial porque se mezcla el estilo típico mediterráneo, con edificios medievales.


Tras mis delirios producidos por la ingesta de glucosa en forma de crepes, vuelvo a la tierra y me codeo con lo más de Palma por un rato. Estoy en la Galeria L21. La más cool, con un movimiento muy interesante. Acto seguido y en ese mismo barrio me fascina Museu de sa Jugueta. Es un espacio donde se hace venta y exposición de juguetes clásicos. Y tienen un bar y también restaurante.
Y lo reconozco, me estoy interesando por mi look cada vez más. Pero es que con tiendas como Hunk y Dory, es imposible no caer en la tentación. Pero eso me suena a Bowie. Claro! La ropa la traen de capitales europeas y la restauran. No esperes encontrar las prendas destrozadas. Le cambian hasta los botones si les hace falta. Y el estupendo mobiliario se lo hace un colectivo artístico autóctono llamado 2 Monos.


Por hoy está bien. Momento cena en Bar Flexas que está muy cerca de Hunk y Dory. El ambiente me encanta. Ahora ya sé quién es la Terremoto de Alcorcón. Y si os queréis hacer una idea de lo que podéis encontrar aparte de una carta deliciosa visita su web.
Acabo en la discoteca Sabotage, en la Plaza del Vapor. Me lo pasé genial, es muy divertida y ponen rock. Aunque no entiendo que hacía en la mitad de la discoteca esa especie de iglú con la barra pecaminosa que aquí también está de moda y lo llaman pole dance, pero he de reconocer que cualquiera se puede hacer su propio show hasta las 6 de la mañana, y es gratis.
Ilustración:Prisco – Texto:Pepe Banana
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