Vermibus
Arte#1Vermibus
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Carteles, banners, flyers, catálogos, portadas de revistas… un universo publicitario en el que hoy vivimos inmersos y donde la moda es uno de los principales reclamos de consumo. Casi sin darnos cuenta, nos vemos sometidos a numerosos impactos que se vuelven cotidianos e incluso parecen pasar desapercibidos.
La sociedad nos muestra modelos perfectas, delgadas y casi de otro mundo que nos anuncian ropa, colonias, maquillaje, calzado… pero nos venden también un estilo de vida, el ejemplo de quienes debemos ser. Ante ello, son muchos los que sucumben al ritmo impuesto por los cánones de la moda, pero hay quienes se rebelan contra la belleza forzada, la falta de expresividad, la irrealidad de los retoques y el engaño publicitario. Este es el caso de Vermibus, un artista español famoso por sus intervenciones transgresoras en la publicidad urbana.
Haciendo honor a su apodo (‘para los gusanos’ en latín) se mueve por la ciudad, de noche y sigiloso, para abrir las marquesinas publicitarias y raptar los carteles que luego llevará hasta su estudio. Allí empieza un periodo de transformación. Con ayuda de disolventes, cepilla los rostros y cuerpos de los modelos que poco a poco comienzan a desfigurarse.
Una vez completado el proceso, vuelve a colocar el nuevo cartel en su contexto original. Su propósito es el secuestro y deconstrucción de los carteles publicitarios como denuncia al consumismo y el resultado, la sorpresa de los transeúntes, que miran asombrados la fuerza expresionista de su obra.

Muchos coinciden en que tras sus pinceladas se esconden ciertas reminiscencias de Francis Bacon, quien realizó algunas de las pinturas más desgarradoras del arte contemporáneo.

El gesto de borrar las imágenes con el disolvente es muy similar al de la pintura, un proceso casi orgánico, sin adición de pigmentos, en el que los modelos van mutando hasta convertirse en una especie de esculturas antropomórficas. Las imágenes se disuelven para cambiar la pureza del Photoshop por los rayados, el dedo que remueve el color o el pincel que deja el rastro de su trazo. Cuerpos que abandonan su artificialidad y acaban mostrando la esencia de lo que esconden: una mirada, una postura, una sonrisa… Rostros perfectos e impersonales que son despojados de sus máscaras para convertirse en sombras llenas de presencia y singularidad.




El arte de Vermibus comienza y termina en la calle, lugar que desempeña un papel esencial en su obra. Cuando los carteles regresan a su sitio, las imágenes han dejado de ser banales y triviales.
Ahora tienen una verdadera identidad integrada en el espacio urbano.
Elsa Hermida