RETRATO
ARTE#14Escribe y pulsa intro

El rostro, con todos sus músculos, nos otorga la expresividad. Una mirada, una mueca, una manera específica de arrugar la nariz o de tensar un músculo nos hacen reconocibles. Hablamos sobre retrato, la capacidad de transmitir un sentimiento, una actitud, de lanzar un mensaje a través de una expresión y sobretodo del arte de captarlo.
Pablo Rodrigo es un fotógrafo de Madrid, lleva haciendo fotos prácticamente toda la vida, pero su pasión por el retrato es algo reciente. “Las fotografías me devuelven a episodios de mi vida que recuerdo con gran cariño o como un aprendizaje, es algo emotivo y muy terapéutico, pero siempre como algo emocional y con un matiz de aprendizaje.” En sus retratos destaca la calidad técnica, las texturas, los reflejos… pero también la capacidad para captar una expresión determinada, el instante específico. “Cuando estoy enfocando y encuadrando un retrato, sueño con la fotografía que estoy a punto de hacer. En ese momento siento que el tiempo se detiene, que mi mente se libera, y me concentro mucho en que la foto sea buena, que el retrato tenga mucha profundidad. La concentración que alcanzo es algo que me resulta excitante y muy emocionante.”


En sus books para actores encontramos una fórmula potente: un fotógrafo experimentado y meticuloso con cada detalle y protagonistas con una capacidad especial para transmitir emociones. La transparencia de las miradas, las texturas y las expresiones te mantienen frente a cada uno de sus retratos durante largos periodos, la profundidad psicológica y la herencia de los grandes del retrato rezuma de sus fotografías. “Un fotógrafo que hace retratos, cuando hace fotos, a quien está realmente fotografiando es a sí mismo. Cuando la relación es con otra persona, lo que fotografía es el reflejo que ésta proyecta sobre él. El retrato es la experiencia con los demás y consigo mismo.” Este apasionado de la fotografía se acerca ahora al retrato con una intención clara: “Las personas que quiero retratar es a quienes me voy cruzando en la vida y con quienes me identifico más, a quienes me son más propios.”
La obra de Romina Ressia se basa en la introducción de elementos contemporáneos en un discurso clásico para hacer más patente la caducidad y lo efímero de los productos contemporáneos frente a la longevidad de las construcciones antiguas. Pistolas de agua, perritos hechos con globos, payasos hinchables, todo tipo de objetos perecederos y sin valor dialogan en su obra con damas renacentistas de iluminación tenue y pictórica. La artista argentina no solo fotografía y post produce las imágenes, sino que también se encarga del estilismo, para lo que se sumerge en largos procesos de documentación. Un mensaje completamente distinto lanzado a través del retrato: el acelerado ritmo que ha tomado la civilización no permite que los tiempos de creación se extiendan lo suficiente para hacer cosas que no sean simplemente funcionales, que perduren en la memoria como los retratos renacentistas.




Dreamers by Michael es el proyecto del fotógrafo y artista visual belga Michael Descendre. Con solo 28 años ha desarrollado un universo intimista a base de retratos masculinos alejados de los cánones impuestos. Nos devuelve a la adolescencia con sus rostros aniñados y cuerpos delgados. La pureza de las miradas, la intimidad que respiran sus retratos es el producto de fotografiar a los modelos en sus propias casas, con luz natural. Otro factor es que la mayoría de los retratados no tienen experiencia frente a la cámara, son amigos y conocidos. El paso del niño al hombre, la metamorfosis y la búsqueda de la identidad afloran en sus retratos llenos de sentimientos contenidos y cierta desidia. Sus jóvenes, tras la luz de unas cortinas, escondidos en su propio universo, muestran la fragilidad de algo a medio construir.
Raúl Cabanes

