Oporto Bem vindos a cidade do Porto

Nuestros vecinos portugueses tienen muchos tesoros por descubrir, en esta ocasión será Oporto la ciudad protagonista de esta pequeña historia. Accesible desde cualquier punto de la Península, tanto en coche como en avión es el destino perfecto para pasar un finde delicioso.

En Portugal se come increíble, empecemos por ahí, y Oporto no iba a ser la excepción. Un bacalao superior o una pata de pulpo a la brasa y una copita de vino verde…se me hace la boca agua solo de recordarlo. Más adelante os recomendaré algún buen sitio.

Seguimos entonces. Caminar es la clave, sus callejuelas te llevan a miradores con las mejores vistas de la ciudad entre casas de encanto decadente. Alojarse en los alrededores del Palacio de la Bolsa es una buena opción para perderse hasta Fonte do Bicho o bien subir a la Iglesia de São Lourenço o ‘Grilos’. Sin olvidar echar un vistazo la Estación de São Bento.
Desde los ‘Grilos’ puedes llegar a la Catedral y apreciar su claustro y caminar hasta la Muralla Fernandina para descender por la Escala dos Guindais entre casas amontonadas a ambos lados, ropa tendida y conversaciones de ventana a ventana.

Ya en la Ribeira es el momento de sentarse en alguna de sus terrazas a disfrutar de esa copa de vino verde mientras te deleitas con las vistas de Vila Nova de Gaia, el Río Duero y su caminar hacia la desembocadura o el imponente Puente de Don Luis I, por supuesto; el cual cruzarás para comer en la otra orilla, donde están todas las bodegas del famoso vino de Oporto. Os recomiendo comer en el Restaurante Bacalhoeiro y pasear, al menos, hasta el Mercado Municipal.

No olvidemos ir hacia la Rua Santa Caterina para pasar por el Café Majestic y dirigirnos a la Capela das Almas recubierta de azulejo. La Iglesia de San Ildefonso merece una visita y ver cómo se integra en el espacio con el Coliseu, de estilo Art Déco. Y claro, como no?, hay que pasarse por la Librería Lello pasando, eso sí, por la Torre de los Clérigos.

Y ya los últimos detalles para culminar tu viaje. A Grade es un restaurante de comida tradicional en Rua São Nicolau 9  y alrededor hay varios del mismo estilo. El trato es excelente y la comida va a la par. La simpatía abunda por la zona así como la naturalidad, que es de agradecer. Pasear de noche por la Ribeira o tomarte algo es una buena opción para ver el nuevo color de la noche de Oporto.

Si quieres playa, a pocos kilómetros estarás en Aveiro. Lo reconocerás por sus casas a rayas y su playa interminable bañada por el Atlántico. Una vez más comerás de lujo, hasta en el típico chiringuito de playa.

Os recomiendo Oporto encarecidamente, aunque sea una vez en la vida. Con amigos, con pareja, de festival (porque tiene varios) o simplemente porque sí!

Silvia Pino