HABEY CLUB
MODA #27HABEY CLUB
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Durante la pasada MBFWM hemos tenido la oportunidad de conocer a muchas de las jóvenes firmas llamadas a definir el panorama de la moda de nuestro país en los próximos años. En esta ocasión, hemos podido hablar con los fundadores de Habey Club, que inició su andadura hace tan solo dos años. Presentan nueva colección, y aprovechamos para hablar con ellos de sus inquietudes y de cómo se funciona siendo dos a la hora de crear.

Si hubiese que elegir una palabra para definir la marca que capitanean el vallisoletano David Salvador y el cántabro Javier Zunzunegui, esta sería “inteligente”. Y es de esa brillantez de la que brotan la elegancia y el saber hacer que demuestran en todo su trabajo. Esto empieza por el significado del nombre de la marca o, más bien, de la ausencia del mismo. Este vacío deliberado hace que, además de conseguir una búsqueda limpia en la red, el cliente se aproxima a la marca libre de prejuicios, y encuentra la calidad que realmente está buscando.
Conseguir esta calidad no es sencillo, y para llegar a una prenda final perfecta, el proceso que se ha de llevar a cabo es largo. Javier y David comienzan hablando, buscando ideas entre ambos. Encuentran su inspiración, que incorporan de forma sutil, en la música y en el cine. Filmes como ‘Irma la dulce’ (presente en ese verde y esas insignias de la colección FW 17/18) o la más reciente ‘The bling ring’, son dos ejemplos. Después viene la bocetación, fase que, para ellos, es la más difícil, ya que requiere muchas idas y venidas, se desechan bastantes ideas, y es necesario realizar un esfuerzo extra para no desviarse del carácter de la colección o insertar aspectos de otras anteriores.
Es en todo el proceso anterior donde el hecho de ser dos a la hora de trabajar cobra más importancia. Ambos coinciden en afirmar que, desde que se conocieron y empezaron a colaborar, durante sus años de formación en el Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid, siempre ha resultado ser algo positivo. Si bien pueden surgir discrepancias, cuando hay confianza éstas resultan en todo caso útiles para avanzar, complementándose mutuamente sus puntos fuertes y débiles. De hecho, cualquier punto de vista externo, dicen, resulta interesante a la hora de valorar objetivamente su propio trabajo.
Javier y David gustan de estar presentes en todo el proceso de creación de sus prendas. Desde la fase creativa a la producción (realizada enteramente en España), pasando por la promoción, se preocupan de cada detalle. No se trata, sin embargo, de controlarlo todo, ya que, como ellos mismos dicen, “al fin y al cabo el trabajo tiene que resultar divertido”. Por ello, saben delegar cuando es necesario. Para la confección, por ejemplo, cuentan con el saber hacer de varios pequeños talleres, con los cuales se entienden y resulta más sencillo perfeccionar el trabajo, que siempre realizan con tejidos de calidad, acorde con el carácter de cada colección.


El proceso de cada colección culmina cuando todo el trabajo ve la luz. No son reacios a mostrar su trabajo en desfiles (ya lo han hecho en otras ocasiones, en el marco de Samsung Ego), pero se sienten muy cómodos trabajando con el formato lookbook y no lo ven como algo indispensable. Gustan de complementar los looks, colaborando con algunas firmas de complementos, además de con su propia línea de joyería. En esto obran de manera similar a algunas de sus marcas referente, como Prada o Marni. En España, por otra parte, le siguen los pasos a Juan Vidal, Pepa Salazar y ManéMané.
No podíamos dejar de preguntarles a David y Javier qué piensan sobre el devenir de la moda española. Y es que, aunque consideran que el panorama mejora cada vez más, aún es más complicado establecerse que en otros países, donde el apoyo es mayor. En España la venta online ha tardado en afianzarse, y aún pervive cierta percepción distorsionada del mundo de la moda. La mentalidad de usar y tirar y de “comprar por si acaso” aún pesan en la actitud de los compradores, lo que puede dificultar la competencia en temas de precios (mantener la producción en España resulta más caro que, pero compensa en materia de calidad).
¿Y qué le depara el futuro a Habey? Pues, como los propios David y Javier anuncian, planean continuar trabajando intensamente como hasta ahora, con la mente abierta, y relativizando todo, tanto lo bueno como lo malo. Esperan mantener el ritmo, y poder continuar expandiendo su presencia tanto en España como en el extranjero, donde ya cuentan con puntos de venta en Nueva York y Estocolmo. Estaremos atentos a su futuro que se muestra prometedor.
Sergio García del Amo

