DRIES VAN NOTEN
MODA #20DRIES VAN NOTEN
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El pasado 28 de Noviembre, Dries Van Noten, de los legendarios “6 de Antwerp”, presentaba en París su colección Primavera – Verano 2017. Telas magníficas, estampados inusuales e increíbles combinaciones de color, con inspiraciones japonesas y victorianas, desfilaron ante los maravillados ojos de los asistentes, que encontraban difícil repartir la atención entre las hermosas prendas o los enormes bloques de hielo que, sirviendo de receptáculo para bellísimos arreglos florales, vestían el espacio industrial del desfile.

Esta espectacularidad en la presentación de las colecciones no es fortuita, ni una concesión decadente al ego personal del diseñador, sino una verdadera declaración periódica de intenciones. Como el propio creador ha señalado varias veces, el desfile constituye el clímax, la culminación de la evolución que constituye cada colección para él y su equipo. Todo el trabajo y el mensaje que se ha gestado a lo largo de los meses de trabajo encuentran su ventana al exterior en estos ya característicos montajes.
Para Van Noten, el proceso creativo de cada colección constituye un viaje, que comienza sobre una mesa en blanco. No le gusta apoyarse siempre en el pasado, y para motivarse necesita retarse, a él mismo y a su equipo. Así, este viaje colectivo se inicia, como todo buen fuego, con una chispa. En este caso es el propio diseñador el que la provoca, reuniendo a su equipo y proponiéndole estímulos, que pueden ser desde una fotografía a un aroma o una historia. A partir del mismo, todos los integrantes del grupo deben proponer ideas interesantes, innovadoras, pero, sobre todo, propias. Cada aportación podrá, así, enriquecer de manera diferente el relato inicial de Dries según se desarrolla el trabajo, enfocado desde la libertad (sus colaboradores no se dejan llevar de manera sistemática) pero también desde el realismo. Según él mismo, busca sorprenderse a cada paso que da, pero con los pies en el suelo.
Si por algo se pudiese diferenciar la firma de Van Noten de la mayoría de grandes marcas, sería por la total ausencia de publicidad sobre la misma, tanto impresa como digital. Si bien inicialmente este era un hecho orgánico, ya que, cuando la marca comenzó su andadura (allá por los años 80), no contaba con fondos suficientes para financiar ninguna campaña publicitaria, más tarde, cuando ésta hubo crecido y estuvo ya posicionada Van Noten decidió invertir la mayoría de sus beneficios en hermosas tiendas físicas y espectaculares desfiles, donde poder mostrar tangiblemente el espíritu de su firma e interactuar con su audiencia de una manera más íntima y directa que a través de una pantalla o la página de una revista. El diseñador considera que existe hoy una saturación de imágenes que, como contrapartida, empobrece la riqueza formal y de detalles de las prendas. Así, su filosofía se centra en la experiencia real del cliente, introduciendo aspectos teatrales y de belleza en el terreno físico.
Para Van Noten, es tan importante gestionar la forma de desarrollar la firma como concebir sus colecciones, y se involucra en todos los aspectos de la misma, desde los más creativos a los más comerciales. Quizás gracias a este crecimiento controlado, la firma se ha desarrollado de forma más humana, habiendo mantenido y reivindicado su independencia ante los grandes conglomerados del lujo en los 90 y resistido la sistematización y corporativización de la moda en los últimos años.


De hecho, la marca sigue teniendo su sede en la ciudad belga de Antwerp (donde estudió y comenzó su andadura Van Noten), donde todas las prendas se someten a un estricto control de calidad. El mismo diseñador reside allí, afirmando que las grandes ciudades terminan por restar energía y estrechar el ambiente de sus habitantes. Además, París se encuentra a poco tiempo en tren y en la villa existe un panorama cultural y creativo muy interesante.
Es necesario destacar el singular sincretismo que la firma ha logrado crear entre técnicas textiles tradicionales e innovación tecnológica. En sus prendas, Van Noten ha logrado combinar las telas más delicadas, traídas desde lugares como Afganistán e India o producidas en pequeñas fábricas de Lyon o Escocia, con las más novedosas técnicas de estampación. Esto contribuye a la multiplicidad y variedad de elementos que el diseñador siempre busca en sus colecciones, a la vez que contribuye a cultivar la responsabilidad social que la firma está intentando potenciar.
En definitiva, Dries Van Noten, desde sus inicios, ha dado su pincelada singular al mundo de la moda, manteniéndose independiente a pesar de todo y consiguiendo, al mismo tiempo, incorporar y combinar lo mejor de cada momento para mantener su firma relevante y sorprendente colección tras colección. Esperemos que, en un mundo cada vez más ruidoso, pueda seguir encandilándonos con sus desfiles año tras año como hasta ahora.
Sergio García del Amo

