Croacia
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AL MÁS PURO ESTILO MEDITERRÁNEO
El viaje y el descubrimiento de nuevos sabores son dos partes inseparables de una misma experiencia. Comemos viajando, y viajando, comemos. Tal cuál. Por eso nos hemos ido hasta Croacia, para saber un poco más de este maravilloso país a través del paladar.

De norte a sur, Croacia nos deleita con paraísos naturales y Parques Nacionales, con ciudades levantadas muchos siglos atrás y, a la vez, llenas de vida y modernidad, y con un inacabable número de islas que salpican todo el mar Adriático. Pero también nos sorprende a través de su cocina, una auténtica cocina mediterránea que el viajero puede ir descubriendo poquito a poco parando en sus konoba, tabernas tradicionales gestionadas por familias y que nos ofrecen una comida auténtica y local.
Al norte de Croacia se encuentra Istria, la mayor península del mar Adriático, tiene forma de corazón, y ya sólo por eso nos encanta. Pero además, es declarada la región gourmet de Croacia gracias a su larga tradición gastronómica, ingredientes frescos y especialidades únicas. Su producto estrella: tartufi, la trufa. En Istria crecen muchos tipos de trufas pero la más codiciada es la trufa blanca. Imprescindible: probar los fuzi, pasta hecha a mano y a menudo servida con una cremita de tartufi o con divljac, carne de buey. Te quitarán el hipo.


Más al sur, en las regiones de la costa de Kvarner y Dalmacia, se descubre un país mucho más europeo que lo que el sonido de su nombre nos deja adivinar. En todas las cartas de todos los restaurantes hay gran variedad de platos de ensalada, quesos, pasta, arroces, carnes, pescados y vinos locales. Imperdibles los lignje, o calamares, frescos frescos, servidos ligeramente empanados y fritos como plato principal. El plato de pasta, casera en los konoba más tradicionales, o los rizoto siempre están ahí, pero debes probar los que vienen con fruti di mare, la especialidad. No menos importante es la pasticada dálmata, estofado de buey macerado muchas horas con vino y especias, y servido con ñoquis caseros. Mmmmmh!
Las islas que flanquean la costa croata no se quedan atrás, y nos presentan también algunos productos únicos. El paski sir, o queso de Pag, toda una especialidad nacional originaria de Pag, la quinta isla más grande de la costa croata. Un queso de oveja con un ligero toque de amargor y salado cuyo secreto reside en las hierbas silvestres que pastan las ovejas, rociadas por la brisa marina. Las ostras de Ston, famosas a nivel mundial. Se dice que estas preciadas ostras de la zona de Ston se cultivan desde la época romana. Se preparan al natural, rebozadas, en sopar o en rizoto.


En Zagreb y en Eslavonia, las zonas del noroeste y este del país, los platos de carne, el paprika y el ajo son los principales protagonistas. El pecenje (carne asada) de cordero, cerdo o pato es el número uno. Al este saboreamos la influencia húngara con estofados de carne como variantes de su típico gulash. Los estofados de pescado también se llevan su parte, gracias los caudalosos ríos del interior de este verde país. Hay que destacar, por último, las kulen, las salchichas regionales, éstas sazonadas con paprika.
La vida es para disfrutar. Así que vete para Croacia ya, alquílate un coche y asegúrate de no perderte nada. Sea cuál sea tu presupuesto, te será difícil encontrar una mala comida en Croacia.
Georgina Calvo