CONTAMINACIÓN VISUAL
ARTE #17CONTAMINACIÓN VISUAL
Escribe y pulsa intro

La publicidad invade la ciudad. Sin darnos cuenta estamos expuestos a una serie de estímulos continuos que nos precipitan al consumo. Muchos colectivos, organizaciones e iniciativas luchan contra la contaminación visual y desde SSSTENDHAL os explicamos el modus operandi de algunas de ellas.

Brandalism es un movimiento surgido en 2012 en Inglaterra, integrado por artistas de distintas partes de mundo, que promueven la recuperación del espacio urbano de la contaminación visual de publicidad que alimenta un consumismo extremo y exagerado. «Nuestras intervenciones son una rebelión contra el asalto visual de los gigantes de los medios de comunicación y los magnates de la publicidad que tienen un dominio sobre los mensajes y su significado en nuestros espacios públicos, a través de los cuales nos alimentan con imágenes y mensajes para mantenernos inseguros, infelices y de compras».
Subvertir la publicidad y sustituirla por obras artísticas es una de las principales acciones de Brandalism. Desalojan marquesinas y vallas publicitarias rehenes del control corporativo del reino visual, partiendo de la convicción de que la calle es un lugar de comunicación.
Por poner algunos ejemplos, en 2014 equipos independientes en distintas ciudades de Reino Unido instalaron 365 obras de arte en espacios de publicidad de paradas de autobús. Y en 2015 tomaron las calles de París con motivo de la Cumbre de cambio climático COP21, quizá una de las acciones de las que más medios de comunicación hicieron eco. Pusieron en el punto de mira a aerolíneas, fabricantes de automóviles, bancos y compañías de energía de combustibles fósiles instalando 600 carteles con una red de aproximadamente 70 personas.
Todas sus acciones caminan hacia la denuncia de las prácticas poco éticas en materia publicitaria y cómo ésta podría redirigirse a acciones de concienciación sobre los problemas reales de la sociedad.
Estamos expuestos sin quererlo, en cada paseo por la ciudad, a la evasión continua de la realidad por publicidad que solo nos insta a consumir para poseer pequeños pedacitos de presunta felicidad que son multiplicados y sustituidos por otros mejores. Podemos cambiar de canal cuando llegan los anuncios o no ver la tele, bloquear la publicidad en nuestro ordenador, pero evitar mirar una valla publicitaria es jodido.
«La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país. Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas». Ya en 1927 Edward Bernays sostenía esta idea en su libro ‘Propaganda’, a parte de ponerla en práctica, como puede verse en el documental ‘The Century of the Self’.


La 11º Edición del Grand Prix de la Communication Solidaire otorgó a Brandalism el premio como Activista del Año por sus acciones de desvío publicitario en el espacio público. Communication Sans Frontières promueve la realización de prácticas éticas y responsables en las profesiones de la comunicación. Este colectivo se centra en las acciones de comunicación a favor de causas humanitarias, comercio justo y desarrollo sostenible.
A lo largo de la historia siempre hay movimientos y acciones que nos hacen reflexionar y replantearnos lo que se supone establecido y asumido. La Internacional Situacionista de finales de los años 50, el Street Art y así hasta movimientos como Brandalism, asociaciones como Communication Sans Frontières o acciones como las de NO-AD DAY y su proyecto continuo de desobediencia civil iniciado en 2014 como expresión de una resistencia global al uso de nuestros espacios públicos compartidos para la publicidad y los medios comerciales.
Combatir la contaminación publicitaria con arte es la forma más bella de paliar el consumismo innecesario y recuperar la calle.
Silvia Pino

