CARTAGENA DE INDIAS
OCIO #21CARTAGENA DE INDIAS
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Desde Gabriel García Márquez al vallisoletano Jorge Guillén, son innumerables los autores y artistas que han caído irremediablemente prendados ante la belleza de la Ciudad Heroica, escenario de guerras, intrigas y saqueos piratas, bóveda de grandes tesoros y boyante puerto comercial durante casi 500 años, la maravillosa Cartagena de Indias.
Fundada en 1533 por Pedro de Heredia en la Costa Sur del Mar Caribe al resguardo de una bahía similar a la de la Cartagena ibérica, la villa se convirtió en seguida en uno de los puertos más importantes del mundo, canalizando en adelante una buena fracción del comercio colonial español. Este tremendo auge, a pesar de haber convertido la ciudad en uno de los mejores y más bellos exponentes de la arquitectura colonial española, despertó el interés de piratas, corsarios y naciones enemigas, que hicieron necesaria la construcción de varios fuertes, baterías y la fortificación de la ciudad. Este esfuerzo del Imperio por protegerla se le volvería en contra más adelante, sirviendo estos bastiones a los insurrectos de la Guerra de Independencia para atrincherarse. Este episodio terminaría con la muerte de 7.000 ciudadanos a manos de las fuerzas españolas, hecho que le valdría a Cartagena el apodo de La Ciudad Heroica. Desde entonces, y tras la crisis del siglo XIX, la ciudad se ha desarrollado a un ritmo acelerado convirtiéndose en un centro cultural y comercial de importancia indiscutible.
Pasear por Cartagena de Indias es trasladarse a un pasado colonial lleno de color, con la catedral de Santa Catalina de Alejandría dominando el skyline de la ciudad vieja (que contrasta con los nuevos edificios del otro lado de la muralla), las antiguas casonas de los comerciantes que se enriquecieron en sus muelles y los orgullosos edificios oficiales, testigos de una grandeza perdida hace ya mucho tiempo.


No cuesta dejarse llevar por sus calles empedradas, observando los coloridos balcones y siguiendo con la mirada el ir y venir de los transeúntes. No es difícil zambullirse en lo real maravilloso leyendo El amor en los tiempos del cólera en la plaza de Santo Domingo o de la Aduana, o en alguno de sus pequeños jardines.
Para aprender más acerca de la historia de esta maravillosa ciudad, nada mejor que visitar alguno de sus museos. Emplazados todos ellos en edificios históricos de la Ciudad Vieja, construyen un panorama completo de lo que ha sido Cartagena en los últimos 500 años. Lo mejor es comenzar por el Museo Naval del Caribe (en el edificio del antiguo Colegio Jesuita, del siglo XVII), con sus grandes maquetas de galeones españoles y muestras de vestuario y armas, abarcando toda la historia de la ciudad en 3500 metros cuadrados, divididos en dos alas: colonial y republicana. Después, lo más acertado es visitar el Museo y Archivo Histórico de Cartagena, ubicado en el Palacio de la Inquisición, edificio de imponente portada que preside la plaza Bolívar. En su interior se tratan desde el pasado indígena de la zona hasta la proclamación de la República, pasando por la actividad del Santo Oficio y la trata de seres humanos en la era colonial. Finalmente, podemos optar también por visitar el Museo de las Fortificaciones, en el baluarte de Santa Catalina, o el Museo del Oro Zenú, con su gran colección de orfebrería y artesanía de diferentes épocas proveniente de las llanuras del norte de Colombia.
En lo que a citas culturales se refiere, la ciudad no se queda a la zaga. Además de las fiestas típicas, como Nuestra Señora de la Candelaria y el día de la Independencia, la ciudad acoge en Enero el Festival Internacional de Música, o Hay Festival, con conciertos y tertulias literarias, en su mayoría de entrada gratuita, que llenan los escenarios y plazas de la villa.
En Marzo, por otra parte, tiene lugar el Festival Internacional de Cine y Televisión, al cual acuden profesionales de talla internacional y cuya asistencia es, igualmente, gratuita. En Abril podemos encontrar el Cartagena Boat Show, que reúne a artistas plásticos y escénicos en una fiesta de la cultura sin igual. El Festival de Bandas tiene lugar en Mayo, mientras que en Junio se organiza Ixel Moda, que reúne a los principales exponentes del sector en Colombia y América Latina.
Toda esta ebullición se ve claramente respaldada por el colectivo de artistas local (en Cartagena hay también Escuela de Bellas Artes) y complementada por la actividad del Museo de Arte Moderno y de las galerías de la villa, entre las cuales encontramos a NH, que cuenta en su haber con creadores de la talla de Niki de Saint Phalle o la colombiana Olga de Amaral.

Está claro que Cartagena de Indias es un destino más que interesante. Historia, arte, cultura y modernidad se dan la mano sobre los adoquines de sus calles y bajo las cúpulas de sus iglesias, mientras que el colorido de sus edificios y la belleza de sus plazas hacen sentir al visitante parte de una novela de García Márquez, haciéndole casi anhelar la aparición de un Juvenal Urbino al que seguir por las callejuelas hasta perderse en esta Ciudad Heroica.
Sergio García del Amo

