Bigott
Ocio#5Escribe y pulsa intro

“Al día siguiente de terminar ‘Pavement Tree’ ya estaba probando cosas para el siguiente disco”
Dice la segunda estrofa de ‘Canto de mi mismo’ de Walt Whitman:
«Indolente y ocioso convido a mi alma
Me dejo estar y miro un tallo de hierba de verano».
Cito a Whitman por recomendación del entrevistado, pero tiene mucho que ver con Bigott.
La banda del zaragozano Borja Laudo desborda diversión y libertad en sus directos, pero dejan patente con sus letras y su música el alto nivel creativo que les sustenta desde 2009. Puede que esa sea una de las claves de su éxito. A veces, no tomarse la vida demasiado en serio provoca una atracción irrefrenable. Todo lo que rodea a la industria musical le interesa poco y eso es lo que más interesa de él: al final todo es mucho más sencillo: sólo es tocar, sólo es música y ser felices.

La banda compone al apabullante ritmo de casi un disco por año. El último de ellos, ‘Pavement Tree’, grabado y producido por Jeremy Jay, es el que les ha colocado en el escalón de profesionalidad sonora que merecían desde hace tiempo.
Antes de empezar a grabar su siguiente disco nos permitieron entrar un momento en su hermético universo. Borja Laudo es esquivo y nada amigo de las entrevistas, pero aún demostrándolo siempre que puede, provoca ese extraño interés que sólo logra quien nos ignora.
P. En noviembre de 2014 salió vuestro último disco Pavement Tree y estáis a punto de empezar a grabar el siguiente. No ha pasado ni un año. ¿Este ritmo vertiginoso de trabajo es autoimpuesto por una cuestión comercial o es una necesidad expresiva?
R. No es buscado ni por supuesto impuesto. Al día siguiente de terminar la mezcla de ‘Pavement Tree’, ya estaba en el local empezando a probar cosas para el siguiente disco, y un año después, estoy listo para grabarlo.
P. ¿Cómo es el proceso creativo de Bigott? ¿Componéis juntos improvisando como banda o es una unión de ideas individuales?
R. Paso casi todo el día en el local tocando y probando cosas, compongo sólo, a veces con Clarin; pero al final del proceso llega la banda y cada uno aporta algo a la forma final de la canción.
P. A veces tengo la sensación al ver vuestros directos de que hay un una pequeña contención escénica, que desearías poneros mucho más «punk» de lo que lo hacéis, ¿es sólo impresión mía?
R. Tendrías que preguntarles a los demás, yo desde luego hago lo que me apetece.
P. ¿Sois de los que tras tocar en un festival os quedáis a ver al resto de bandas o volvéis a casa a descansar?
R. Pues si hay algo que nos va y tenemos ganas, nos quedamos a pasarlo bien, claro.
P. ¿Qué os mantiene como músicos asentados en España? ¿Todavía es posible vivir de la música aquí?
R. No entiendo muy bien tu pregunta, excepto la cuestión económica, y estoy investigando la respuesta.
P. Uno de los sellos indiscutibles de Bigott es el arte gráfico que acompaña a cada disco. ¿Se construye de acuerdo con la música o es un trabajo de inspiración paralelo?
R. Clarin es quien se ocupa de la parte gráfica, supongo que tiene algo que ver con la música, sin ser algo buscado, ella hace lo que le apetece, lo único que buscamos es que nos guste, pero si nos gusta y también nos gusta el disco que acabamos de hacer, ya tienen algo que ver.
P. Al margen de las influencias musicales me gustaría conocer vuestras influencias literarias, creo que la lírica de las canciones está muy bien trabajada.
R. Me gusta Walt Whitman, Raymond Queneau, Chesterton, Bohumil… Pero sólo leo a temporadas, ahora por ejemplo no lo hago
P. ¿Dónde os gustaría tocar que no lo hayáis hecho todavía y por qué?
R. No se, en cualquier sitio majo con gente maja. Me gusta tocar.
P. Por último, recomendadme un libro, un disco y una película. ‘Comeclavos’ de Albert Cohen. ‘Slow dance’ de Jeremy Jay y ‘Harold & Maude’.

Celia González