BAKEA
Arte#2Escribe y pulsa intro

…Todo estaba oscuro, no se veía nada. De repente, ¡estalla la tormenta! Gotas de colores empiezan a caer y van tiñendo el espacio, un espacio que aún no se intuye, que sigue sin verse. Poco a poco, se va haciendo la luz, se vislumbra el mundo imaginado. Los perfiles de las islas, de las distintas tierras, montañas, océanos. La naturaleza se crea en todas sus formas, la vegetación, los desiertos, las zonas más gélidas y los fondos marinos.
-Espera ! No es posible !
El capitán de la Expedición Abessa, emocionado, comienza a ver como se abre paso un mundo que está habitado por una gran variedad de monstruos. ¡Justo lo que vino a buscar! ¡La cámara de proa no deja de capturar imágenes! ¡Y los fondos marinos y sus criaturas resultan igual de impresionantes!
Su periplo por BAKELANASLAND acaba de empezar….
Juan Carlos Paz, es BAKEA. Un director de arte con un trabajo que le gusta y compagina con este universo que ha creado y sigue desarrollando. “ A día de hoy los monstruos hacen que me gane la vida. La mayor parte de los proyectos que me llegan son gracias a los monstruos, para hacer trabajos publicitarios».

Los monstruos de Bakea no son monstruos al uso. Son adorables e inofensivos. Estéticamente coloridos, surrealistas y con una personalidad diferente e ideada por su autor, pero que da lugar a cierta interpretación del espectador.

Primero llegan ‘las cabezas’, esculturas que llevan detrás un laborioso trabajo artesanal: Cada escama se corta una a una, y se va dando forma al monstruo, con una paciencia que se ve recompensada por el resultado. Más tarde, son extrapoladas a la ilustración en el proyecto de ‘Microneuras’ y en otro más que es una revisión de sus propias fotografías familiares a modo de ilustraciones con un tratamiento de la iluminación que quedará patente en BAKELANASLAND:
» Es un reflejo de mi vida real. Es como un viaje. Un personaje que viaja en ese barco, Abessa, y va descubriendo el animalario, por eso el barco tiene como una cámara con un objetivo gigante que le va sacando las fotos. Es como un viaje interno que todavía está pasando. Por eso el proyecto no puede morir, porque aún se está escribiendo la historia de ese mundo paralelo que está dentro de mi cabeza».


En todos sus proyectos hay mucho trabajo, muchas horas. Ha participado en exposiciones, ha dado conferencias en el marco de ‘Pictoplasma’ en 2013 y en el Highfield Festival de Alemania ya hay un monstruo que podríamos definir como «a tamaño real», al que acompañarán otros 5 en años sucesivos. Ahora hace piezas de cerámica también, un curso de Domestika sobre creación de personajes y puedes encontrar, de vez en cuando, alguna ‘Cabeza’ en Rughara, a la que seguro querrás hacer un hueco en tu casa.
«No tengo capacidad de producción y no me gustaría convertirme en una marca antes que en un nombre. No querría empezar a hacer nada que tuviera utilidad. Si es útil ya no es arte. Si la gente se lo compra que sea porque les guste».
Modesto y nada pretencioso, BAKEA quiere que su trabajo hable por él y que las exposiciones sean una manera más de darse a conocer y de publicitar su obra. La comercialización está bien pero sin perder la esencia «me gustaría hacer exposiciones más grandes, no para vender, necesariamente, sino para publicitarme y crecer, y así poder hacer proyectos más grandes».
Su animalario monstruoso está en Behance, también en redes sociales. La historia sigue y los monstruos también. No pierdas de vista la crónica de BAKELANASLAND y sumérgete en las profundidades de este universo fantástico.
¡Bon Voyage!
Silvia Pino
