Arquitecturas Ilusorias
Arte#7Arquitecturas Ilusorias
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La imaginación como libertad de creación traduce parte de las series fotográficas de Dionisio González. Una reflexión sobre las formas de habitar la ciudad y las relaciones que el ser humano establece con el medio. Metáforas de un mundo a medio camino entre lo posible y lo imposible, que sabe a dualidad agridulce, a desolación complaciente.
Dionisio González es un artista multidisciplinar, ha recibido múltiples galardones, ha expuesto en numerosas instituciones y museos y ha participado en diferentes festivales de arte. ‘NON-PLAN’ en la Bienal de Fotografía de Córdoba, marca el punto de partida de este artículo por la alusión a la corriente idealista surgida entre 1950 y 1970 que buscaba alternativas novedosas para el proceso de urbanización.
Organicista en la interacción armónica entre el medio natural y la arquitectura, ‘Dauphin Island’ muestra esta arquitectura razonada a las circunstancias. Las imágenes son del estado de Alabama, un área expuesta a huracanes y ciclones. Los espacios curvos de las estructuras dejan pasar el viento y mantienen una racionalidad dentro del delirio arquitectónico. La vegetación se integra en la arquitectura y el cromatismo y la luz se adecuan a la imagen del entorno dando esa sensación de extrañeza, entre lo real y lo onírico.



En ‘Inter-Acciones’ el uso del blanco y negro remite a la ruina, como si se tratase de un mundo desaparecido, recuerdo de una civilización de un pasado «futuro». Muchas de estas edificaciones aluden a la máquina, al movimiento, a los prototipos de ficción de naves espaciales. Se mantiene lo orgánico, el racionalismo identificado en los volúmenes elementales, el cubo, el cilindro, el cono y la esfera, con esa lógica constructiva por encima del ornamento.



Los espacios habitables en ‘Trans-Acciones’ son, en mi opinión, un compendio de las dos series anteriormente citadas, un disfrute de ensueño arquitectónico y hábitats que recuerdan a observatorios, estructuras hidráulicas o espacios de retiro donde la percepción de libertad en la infinitud puede resultar desoladora o verdaderamente necesaria como vía de escape de la ciudad y lo que la urbanidad implica.



Arquitecturas que fluctúan entre organicismo y racionalismo en completa convivencia con el entorno, se rinden al hedonismo en la posibilidad fantástica de verdadera habitabilidad. Extrañeza que promueve la reflexión hacia lo diferente, lo ilusorio y lo «postimposible».
Silvia Pino

