ALBERTO MELENDO
Escribe y pulsa intro
Mi relación con la fotografía ha sido intermitente y viene desde lejos. Siempre he estado entre la fotografía y la pintura y al llegar a Madrid, me di cuenta que no podía dedicar a la pintura el tiempo que creo que se merecía. Tras meses de casi una nula producción artística, recordé que en casa de mis padres tenía una cámara instantánea. Empecé a tomar imágenes en película instantánea de gente que se cruzaba en mi camino.

A raíz de eso me compré una cámara analógica por y empecé a tomarme más en serio lo de fotografiar mi alrededor.
Acababa de llegar a Madrid y tenía la cabeza hecha un lío por esa búsqueda constante de saber quiénes somos. La noche fue un refugio para mi aunque al principio costó un poco encontrar mi lugar. Poco a poco se convirtió en una manera de relacionarme con los demás. Antes de esta movida del Covid, esperaba con ansia el fin de semana e ir al club para bailar y ser libre.
Los clubs que me interesan no tienen ninguna jerarquía entre los asistentes, no hay una moralidad burguesa que te juzga, puedes mostrarte libremente y vivir tu sexualidad sin ser objeto de miradas. En contraposición con lo que, al contrario de lo que pasa en el exterior del club, donde vemos cómo ciertas identidades son cuestionadas día a día, ataques racistas, machistas y un largo etc.
Un espacio seguro significa tolerancia cero hacia situaciones en las que los asistentes se sientan amenazados en algún momento, momento en que se suele actuar de inmediato. En estos espacios todo el mundo está invitado, que cualquier disidencia está segura y cómoda en todo momento. Es un concepto muy difícil de conseguir, ya que todos los agentes implicados tienen que ser conscientes de la importancia de dichos espacios.
Con mis fotografías en el club exploro el kaos de la noche, el momento de catarsis en el que los asistentes se olvidan de todo y disfrutan. Durante la noche se genera un momento de intimidad entre el dj, la música y la gente. Todo se convierte en uno y genera un sentimiento de comunidad que inunda la sala. Uno de los aspectos del club que me encanta es la contradicción que en un lugar tan acotado puedan suceder cosas que no podemos controlar. En estas fotografías, me interesa el cuerpo como un sujeto político, cómo nos expresamos a través de él y cómo lo utilizamos para situarnos en el espacio físico del club.

Mi trabajo es una reclamación del espacio y protesta desde la imagen. Me interesa generar imágenes que catalogaríamos como no amables para cierto sector de la población. Lo que busco es documentar mi entorno, las realidades que me rodean y analizar mediante la imagen cómo nos relacionamos con un entorno hostil.

