ADAM KOST & CO.
MODA #31ADAM KOST & CO.
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El oficio de redactor de moda muchas veces no es sencillo. Por mucho que uno se esfuerce en mantenerse totalmente al día y conocer, aunque solo sea de nombre, todas las firmas que recorren este mundo líquido que es el nuestro, resulta cada vez más difícil, por mucho que nos pese, no dejar de ver el trabajo de muchos y maravillosos jóvenes diseñadores. Y es que (por suerte) en cualquier parte del mundo tiene cabida la moda, aunque a veces no sea evidente.

El pasado día 7 de Julio, en el espacio climatizado del IFEMA, refugiados de la canícula madrileña que rugía en el exterior, los profesionales, fashionistas implicados y entusiastas de la moda emergente nos congregábamos en la sala Bertha Benz para presenciar los desfiles de la pasarela Samsung Ego en su décima edición. El nivel era muy alto, y se hizo difícil entre nosotros elegir claramente un favorito. Finalmente el premio le sería concedido a Outsiders Division por segundo año consecutivo, aún con la dura competencia de grandes como Euphemio Fernández o Christian Simmon (ambos, por cierto, con una puesta en escena espectacular). Cerró el evento, y a propósito de esto escribo hoy, la propuesta del joven creativo checo Adam Kost, como parte del “intercambio” de diseñadores emergentes que realiza cada edición Mercedes Benz Fashion Talent. Nos sorprendió, a ritmo de música industrial, una propuesta sólida, elegante y genialmente trabajada. Se nos ofrecía un hombre joven, sobrio y pulcro con un fuerte aire romántico que lo hacía sumamente atractivo, a través de prendas blancas, negras y grises, de cortes limpios y detalles inteligentes, que remitían a los uniformes de internado más clásicos, pero de concepto desdibujado. Ni que decir tiene que nos encantó, e inmediatamente quisimos saber más de este joven “misterioso”.
Adam Kost es un profesional precoz. Muy precoz. Tanto que comenzó a triunfar incluso antes de comenzar en 2015 los estudios oficiales de diseño en el taller UPRUM de moda y calzado de la antigua capital bohemia, resultando finalista de la MBPFW (Mercedes Benz Prague Fashion Week) – Start-up Show en 2013. El pasado 2017 fue intenso para el joven diseñador. Tras presentar una colección que combinaba la vestimenta moderna con aspectos de las culturas indias de Norteamérica en el certamen Van Graaf Junior Talent, se erigiría ganador del Bata Young Designers Challenge, con su zapato ‘Straight Black’, que estuvo a la venta en tiendas Bata a lo largo y ancho del globo y cuyo prototipo se vendió en subasta por la friolera de 7.000 dólares. Observando su trabajo, uno inmediatamente se da cuenta de que Kost es persona de disciplina y detalles, amante del trabajo bien hecho. «Mis pilares son: un corte perfecto, una silueta claramente definida y un trabajo único de los estampados» – afirma él mismo. Su capacidad para obtener un todo armónico a partir de elementos aparentemente contrastantes es de admirar, y esto, junto con ese savoir faire, curtido en los talleres del Teatro Nacional de Praga, es algo que sus clientes, hombres con un acercamiento muy personal a la moda y que aprecian la calidad, saben valorar.


Adam Kost es, quizás, el joven creativo checo que cuenta con más visibilidad, pero desde luego no es el único que realiza una labor excelente. A raíz de su presencia, no fuimos pocos los que pusimos el foco en la M.B.F.W. de Praga, y lo que allí estaba ocurriendo nos pareció realmente interesante. Y es que hay talento, y bastante. Para muestra, por ejemplo, el vanguardista Jan Cerny, aún estudiante de la Universidad Thomas Bata de Zlin. Este joven diseñador crea piezas de ropa masculina vanguardistas, trabajando con la uniformidad mientras recrea elementos icónicos del vestuario masculino. Sus colecciones narran un proceso intenso y “violento” de transformación de las prendas. Si bien éstas, en un inicio, se pueden ver algo sencillas, son en realidad de factura intrincada, combinando materiales, contrastantes de formas bastante sorprendentes e incorporando trampantojos e inteligentes superposiciones. Su última colección, presentada en la pasada MBPFW, no tenía demasiado que envidiar a las propuestas de Virgil Abloh en lo que a tratamiento de color y atractivo “post-Balenciaga” se refiere. En el uso (genial) de las texturas sobre cortes más puros, nos recuerda al patrio Euphemio Fernández. Jan ya ha atraído la atención de publicaciones como Fucking Young, la berlinesa Kaltblut o el blog ASVOF de Diane Pernet.
Zdenka Imreczeova, la siguiente en la lista de nuestros jóvenes talentos, estudió diseño de moda en la Academia de Artes, Arquitectura y Diseño de Praga, obteniendo una beca para realizar una estancia de un año en ESSA Duperré en París. Desde 2007, presenta sus colecciones bajo su marca homónima IMRECZEOVA. Ha sido nominada varias veces al primer premio del certamen Czech Grand Design por su trabajo y, en 2012 y 2014, tras ser galardonada con el premio de Designblok ‘Chief Editor’ (2011), participó en la final europea del Premio Internacional Woolmark en Londres y París. Su trabajo, que pudimos admirar también en la pasada MBPFW, es sinónimo de prendas de mujer perfectamente elaboradas, conceptualmente sencillas pero vanguardistas a la par. Las líneas clásicas y limpias, que se adaptan relajadamente al cuerpo, y los detalles sofisticados, se combinan en prendas cómodas, delicadas y muy elegantes, de colores y estampados geométricos muy cuidados.


Algo más acorde con esta filosofía anterior que nuestro primer protagonista, Jan Cerny, se encuentran nuestros dos últimos highlights: Martin Kohout y Pavel Brejcha. Del primero no sabemos demasiado. Sí que nos consta que resultó vencedor del premio Van Graaf Junior Talent de 2018, gracias al cual pudo participar en la MBPFW, y que forma parte del prometedor horizonte joven de la moda checa. Sea como sea, sus dos últimas colecciones muestran un hermoso trabajo pictórico que, jugando con ligeros frunces y cortes limpios, resulta un placer para la vista, configurando el poder de una mujer delicada y elegante. De carácter algo similar, aunque con un subtono más oscuro y algún eco futurista, fue la propuesta de Pavel Brejcha. Partiendo de los básicos y jugando con cortes y ángulos sobre sencillas prendas monocromas en crudo, rojo y negro, el diseñador nos presenta una imagen sólida y seria, más deportiva, que remite de alguna manera a la (posterior) colección de Off White x Nike: la “neodeportividad” en estado puro.
Podríamos continuar mencionando jóvenes creativos hasta la saciedad. Y es que no hemos terminado de admirar el trabajo de uno cuando dos más se han puesto manos a la obra. Pero este dinamismo, este ansia por crear, por superarse, es lo que nos emociona. Así que desde aquí solo podemos comprometernos a ayudarles a seguir creciendo más y más. Y así será.
Sergio G. del Amo

