HÈROINE JEWELS
Hèroine jewels, es el nombre tras el que se esconden Rori y Rubén. El joyero y ella diseñadora de moda, hacen joyas creadas con amor y mimo para vivirlas. La reducción del impacto medioambiental en sus procesos, el uso de materiales sostenibles junto con el savoir faire de las técnicas tradicionales y los referentes más variados y exquisitos, hacen de cada una de las joyas que sale de su taller en Valencia un talismán para acompañarte de por vida.
¿Cómo nace la firma Hèroine?
Nace de la pasión y la curiosidad, de hecho si tuviésemos que definir Hèroine, estos dos conceptos estarían presentes. Pero parecía inevitable que una diseñadora de moda y un maestro joyero que se hacían tilín, no cruzaran sus caminos también profesionalmente. Lo cierto es que Rubén quería explorar nuevos territorios dentro de la joyería, y yo necesitaba reconciliarme con un modo honesto y real de hacer/crear objetos, en este caso joyas.
¿Cómo fueron vuestros comienzos?
Fue muy intenso encajar las disciplinas de trabajo de cada uno, y te das cuenta de que te faltan horas al cabo del día . . . Compaginar nuestros trabajos con el proyecto que quieres que se convierta en tu futuro, requiere de un esfuerzo extra. Hèroine se convirtió en el centro de nuestras conversaciones. Pero es muy reconfortante ver como la marca crece y encuentra su lugar. Un “chute” de motivación absoluto.
¿Cuál creéis que es el punto fuerte de vuestra marca?
Hèroine es una marca viva, con esto queremos decir que todas las piezas que diseñamos nacen de nuestra experiencia y pasiones. Pretendemos que cada una de nuestras piezas sean objetos a los que se les confiera un valor emocional. Que perduren en el tiempo por su estética, por la calidad de sus materiales, pero sobretodo por el valor que le otorga la persona que decide adquirir una joya Hèroine.
¿Qué consejo le daríais a alguien que quiere montar un negocio propio en este momento?
Algo sencillo, que ese negocio que va a emprender le apasione. El esfuerzo que requiere necesita de un convencimiento y amor, no sabemos si infinito, pero sí muy profundo. También ser constante, y no tener miedo a cometer errores. Ser conscientes de que hay áreas de nuestro negocio que no controlamos y que necesitamos de expertos en la materia que nos ayuden para no frenar el proyecto.
¿Dónde está la clave para seguir adelante?
Que alguien decida llevar una de las joyas que haces es una satisfacción que te da para seguir ahí. También hay que confiar en uno mismo, y tener la capacidad de reformular tu proyecto en caso de ser necesario.
¿Qué es lo que os diferencia del resto?
El contacto directo con nuestros clientes, además de tener colecciones propias de edición limitada, hacemos joyas personalizadas. Los clientes vienen a nuestro taller, charlamos mientras tomamos algo y creamos algo a medida.
Además de aportar la calidad propia de materiales de joyería y alta joyería, cuidamos mucho los acabados, y cada una de las piezas que realizamos pasa por nuestras manos.
¿Cómo os veis en unos años?
Nos encantaría seguir creando nuestras colecciones y encargos exclusivos, eso sería una buena señal. Pero nuestro objetivo ahora mismo se centra en abrir el nuevo estudio, que está casi a punto. Por otro lado estamos dando un pequeño salto a tiendas, para que nos puedan conocer y probar, la joyería necesita de ese contacto físico, de tener feeling.
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