Burgos
Hoy doy la bienvenida a Burgos, ciudad situada en Castilla y León. Cuenta con tres patrimonios de la humanidad como su Catedral, una parte del camino de Santiago y los yacimientos de Atapuerca, ¡y pienso verlos todos! Eso sí, hay que abrigarse. ¡Brrrrr!
El hecho de que el camino de Santiago pase por la ciudad ha permitido traer ideologías, influencias artísticas y vientos de modernidad desde lugares lejanos, creando una ciudad abierta, un cruce de caminos. Me siento muy cómodo aquí, mi espíritu viajero está desatado.


Voy a dejar mis cosas en el hostal riMboMbin, que es de aspecto moderno y limpio. Al salir a la calle me da la sensación de estar en un cuento, ya que en el casco histórico todo está cubierto por una capa de nieve.
Desayunaré en Esmol Jaus Coffee, local vintage con café de calidad, y mientras me dirijo hacia allí me maravillo con las vistas, siguiendo el curso del río. La estatua de El Cid domina la plaza del Ayuntamiento, ¡qué hombre tan apuesto! Un caballero castellano de antaño.
Después del desayuno voy al Museo de la Evolución Humana, que expone los fósiles más importantes hallados en el yacimiento de Atapuerca.


Veréis, en mi poblado sólo nos educan para ser buenos campesinos, carpinteros y padres de familia. Por lo tanto, estoy impresionado con este museo ya que he visto cosas que jamás habría sospechado. Yo seré buen carpintero, pero también contaré miles de aventuras como ésta a mis nietos.
Con los paseos mi estómago ya me reclama una cata local, y visito unos cuantos bares de tapas, Pez de la Senda entre ellos. Es un pequeño y acogedor local en el centro, con deliciosos embutidos, vinos y conservas.
Voy dando un paseíto, la nieve brilla bajo el sol. Me paro un momento a observar la estatua de San Millán y las agujas de la Catedral que rompen el cielo, destacando sobre el bosque de torres góticas.
Busco un lugar para comer algo típico del lugar, y para ello qué mejor que Casa Ojeda. Me lo encuentro caminando río arriba.


Y vaya que si he disfrutado de la gastronomía burgalesa. He comido un cocido como Dios manda y he probado la morcilla de Burgos con un buen vino. ¡Delicioso! Aunque si lo que queréis es degustar un buen cordero, el Restaurante Casa Azofra es ideal. Por otro lado, está Cobo Vintage, un restaurante que fusiona el recetario tradicional con la alta cocina, consiguiendo una estrella michelín.
Después de comer me paso por los comercios y me llama la atención Bloody Mery shop, una tienda rockaville. También me paro en la librería Luz y Vida, un sitio mágico que tres generaciones de libreros han hecho posible.
El sol se va escondiendo y hace un viento frío, pero a mí me protege mi sombrero de ala ancha y mi barba. En mi fascinación por los edificios y la nieve que los adorna, me topo con Matarile, bar de diseño moderno donde se pueden tomar cocktails buenísimos o el café de la tarde.


Ya tengo hambre y me dirijo a Sibuya, restaurante japonés con un sushi de calidad. ¡Cómo me he puesto! Y ahora a mover un poco el esqueleto. La Sala Hangar, aunque un poco alejada del centro, tiene un ambiente increíble y es el referente de la música en directo en el norte de España.
Con lo animado que he salido de esta sala, en el camino de vuelta me detengo en un garito del casco viejo, el Ram Jam Club. Hay muchos garitos que merecen la pena como Bar Tirolina o San Patricio Old Tavern, pero ya estoy agotado y no puedo ir a todos, así que vuelvo al hostal con las mejillas coloradas y una sonrisa. ¡Me he enamorado de Burgos!
Ilustración:Prisco – Texto:Yulia Z. – Edición de Imagen:Trini Gasanz
¿Quieres conocer otras rutas con Samuel? Entra en SAMUEL EL ANABAPTISTA