Bilbao
Tengo muchas ganas de conocer Bilbao La Vieja. Una parte de la ciudad que antaño era evitada por la “gente de bien de Bilbao”. Pero venir a Bilbao y no hacer visitas obligadas entre ellas sus tabernas sería algo imperdonable. Lo bueno de Bilbao es que resulta una ciudad muy cómoda, para ir de paseo, en carruaje y hasta en bici.
Aprovecho la mañana para descubrir y perderme entre sus míticas siete calles. La cosa es sencilla: venir con ganas de disfrutar de gastronomía en forma de Pintxo. Y que no os engañen las fachadas de los locales pues quedarás sorprendido. Locales como El Rotterdam, Gatz, la Bodega Joserra, Sorginzulo… hasta la Plaza Nueva, son tantos… En verdad cualquier sitio es estupendo para tomar un refrigerio y un tentempié. Cosa que yo hago en otra plaza, en la de Unamuno. Encontré The Beetle Bar, un sitio acogedor y con gusto.


A la hora de la comida descubro una tienda + café llamada Trimmer. Un espacio muy especial. El local, dividido en dos, parece una tienda nórdica. Cada área tiene su respectiva puerta. Así que es un dos en uno. La tienda con marcas independientes para chico y chica, accesorios, ah bueno y flores! Así que después de hacer las compras de rigor pude disfrutar de un menú delicioso. Visita obligada!


Cerca también está Public Lounge, un concepto moderno puesto que es una discoteca pero además dan de comer. Genial si vas con gente y te apetece un break con sabor a gin. En Persuade encontrarás cosas que destacan del resto. Tienen una selección de colecciones de marcas internacionales y un servicio perfecto, y el local increíble.
Antes de llegar a la ría, un dinosaurio llama mi atención. Un dinosaurio, y flamencos, y caballos de la sabana porque Ätakontu son unos artistas en la estampación textil. Sudaderas, camisetas, bermudas, en fin, de todo y muy divertidas. Hay que cruzar la ría para llegar a Bilbao La Vieja. Nunca me hubiera podido imaginar que una antigua iglesia se pudiera convertir en un centro cultural con sala de conciertos, cine y talleres. Se llama Bilborock.


Esta parte de la ciudad es la que sin ninguna duda más me gusta. Hay muy buen ambiente, gente molona y con rollo y sobretodo un sitio donde pasarlo bien. Desde la calle San Francisco salen otras más pequeñas donde desde hace poco aparecen nuevos locales de diseño, arte, moda, gastronomía o donde tomar una cerveza Americana de 10,5% como en Bihotz. Pero también puedes merendar. La decoración me gustó bastante porque utilizan muebles de segunda mano y hasta cuadros de bicicletas.
Para mi próximo destino necesito nuevas adquisiciones literarias y en Anti Liburudenda tienen nueva narrativa, independiente, las cosas que no encuentras en otras.


Para acabar el día lo mejor es quedarte por la calle Marzana, hay unos cuantos locales junto a la ría con terraza y muy buen ambiente. Si no encuentras sitio en la terraza o dentro, ni te preocupes, aquí la gente es tolerante y puedes sentarte cerca para disfrutar de las vistas. Luego recoges y listo. Parece que todo el mundo viene aquí. En bares como Bar Marzana puedes probar un delicioso bocadillo, sus hamburguesas caseras y la cerveza de Bilbao La Salve.
Ilustración:Prisco – Texto:Pepe Banana
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