Barcelona – Sant Antoni

Llego a Barcelona con ganas de averiguar si es verdad que es una ciudad con un carácter más moderno y Europeo que el resto de ciudades españolas. La verdad es que hay más gente en bici que en Madrid y eso ayuda.

San Antoni parece que se está convirtiendo en  la más cosmopolita y mejor zona de la ciudad donde pasar el Domingo. Hay una amplia variedad de locales y todos  con gente muy moderna en atuendos. Los Domingos, los grupos de amigos deciden reunirse para tomar un Vermút acompañado de una tapa.

Paseando por Carrer del Parlament  advierte mi olfato los deliciosos Donuts de la Donutería. Son caseros y del día. El local es gerenciado por Richard. Su barba es el sueño de cualquier joven amish. Es imposible no llevarse unos cuantos para el camino hasta el Mercado de Sant Antoni.

Los tenderos y comerciantes parecen interpretar canciones plagadas de precios y productos de la zona. Es toda una experiencia que agota o la excusa perfecta para después tomar un Vermút en Calders. El ir de tapas en este bar, es descubrir comida de otros países con la típica tapa. Lo llaman fusión. Y si el tiempo acompaña disponen de una terraza en un callejón que resulta muy acogedor y también tienen una librería. No hay tiempo que perder, todavía me queda mucho por ver y no me voy de Barcelona sin pasar por la Playa.

Descubrí un local con unas puertas preciosas. Tiene un toque modernista con un aire chic. Se llama Els Sortidors. En el Sortidors se puede tapear, tomar un aperitivo, y comer.  Un ambiente íntimo y acogedor. En  esta ocasión fue en solitario, pero volveré con Effie para que  deguste la gastronomía catalana y  mediterránea con platos clásicos renovados.

Barcelona destaca por ser una ciudad cosmopolita y alternativa. Encuentras tiendas como Trait Store, que ofrece ropajes y vestimentas muy originales y únicos. Y me sorprendió VALNOT, una tienda de muebles y de reciclaje de los mismos.

Cuando la noche llega, Barcelona se prepara para ello. La gente se relaja y toma algo en sitios como Lando. El local parece ser que antes fue un guardacoches. Sigue manteniendo ese toque industrial de las grandes ciudades. Y a la moza de la barra le ha debido de gustar mi nueva indumentaria que compré en Trait Store.

Se acerca…

Se ha presentado y me ha dicho que van a ir con unos amigos a Moritz. Como es evidente, no puedo declinar la invitación.

La noche en Moritz fue genial. Estuvimos en lo que parecía una destilería pero con mucha clase, nada que ver con la que conozco. Ubicada en la “vieja” fábrica de cervezas y a  tan solo diez minutos del Lando. Un local ideal para disfrutar de la noche y el fin de semana.

 

Ilustración: Prisco – Texto: Pepe Banana

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